El
45% de los conductores no se protege habitualmente con gafas de sol
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Conducir con el sol de frente es la situación que
más fatiga visual causa a los conductores. Sin embargo, el 12% nunca utiliza
gafas de sol y el 33% solo las usa de forma ocasional.
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“El 90% de la
información que se percibe al conducir llega a través de la visión”, afirma Ana Belén Almaida Planes, Presidenta del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia. Por eso, las condiciones visuales son
determinantes para la conducción y guardan una estrecha relación con los
accidentes derivados de fallos humanos y distracciones visuales.
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Visitar al óptico-optometrista al menos una vez al año garantiza que
nuestra visión esté en perfecto estado para conducir. Sin embargo, el 46% de
los automovilistas no lo hace.
Con la llegada del
verano, los días más largos y el comienzo de las vacaciones, se multiplican los
desplazamientos en coche y, como consecuencia, también se incrementa el número
de accidentes, muchos de ellos debidos a problemas visuales sin corregir del
propio conductor.
Al igual que comprobamos
el estado del vehículo antes de viajar, debemos hacer lo mismo con nuestra
visión, sobre todo si utilizamos corrección visual y/o superamos los 45 años de
edad. Sin embargo, “el 46% de los
automovilistas no revisa su visión
anualmente, aumentando, por tanto, el riesgo de sufrir accidentes de
tráfico” explica Ana Belén Almaida,
Presidenta del Colegio Oficial de
Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia.
Deslumbramiento, el enemigo en la carretera
Además de los factores de riesgo que más influyen en la calidad de
visión de los conductores, como la edad, el estado psicofísico, las
enfermedades oculares, etc., existen otros factores concurrentes, llamados
externos o ambientales, que inciden de forma directa en la visión del conductor, incrementando el riesgo de
accidentes de tráfico. Entre ellos destacan la conducción nocturna, la baja
luminosidad por factores atmosféricos y el deslumbramiento. En este último
caso, los haces de luz de los otros vehículos y la luz natural o radiación solar
constituyen las dos principales fuentes de deslumbramiento al volante.
Ana B. Almaida explica que “una fotoprotección ocular adecuada,
mediante gafas de sol, puede atenuar y evitar los efectos de la radiación, que
se traducen en una serie de riesgos en carretera. Situaciones como conducir con
el sol de frente al anochecer y al atardecer, con los reflejos en el asfalto
mojado o con los destellos de la luz del mediodía sobre el capó de otros
vehículos provoca, en muchos casos, pérdida temporal de visión, incrementando
el riesgo de accidentes de tráfico”. Sin embargo, las estadísticas reflejan que el 12% de los conductores nunca se pone
gafas de sol, el 33% reconoce que solo lo hace en algunas ocasiones y
únicamente el 55% se protege de manera habitual mientras conduce.
Efectos sobre los ojos
Los conductores se encuentran más
expuestos a la radiación solar que el resto de la población. El uso de gafas de
sol al volante protege nuestros ojos por dos motivos:
1) Las gafas de sol ofrecen una gran calidad visual, incrementan la
sensibilidad al contraste, reducen el tiempo de adaptación a los cambios de
iluminación y evitan el deslumbramiento, lo que redunda en una mayor seguridad
en la conducción.
2) A largo plazo, evitan la aparición de patologías oculares derivadas
de una exposición prolongada a las radiaciones solares dañinas, como las
cataratas, el pterigión (carnosidad blanca o de color crema que
aparece en la superficie ocular) o el carcinoma epidermoide de la córnea o de
la conjuntiva (tumor de la superficie ocular), lo que nos permite mantener
nuestra autonomía personal en etapas avanzadas de la vida.
Gafas de sol, mejor con el asesoramiento de un óptico-optometrista
En los días soleados y en los momentos en
los que haya cambios bruscos de luz, las gafas
de sol son imprescindibles. Las mejores gafas de sol para conducir son las
que incorporan lentes polarizadas, que reducen el deslumbramiento y facilitan
la visión en ambientes muy luminosos. Los tratamientos anti-reflejantes en la
superficie de las lentes, por su parte, disminuyen los reflejos, incrementado
el contraste.
Pero hay que tener mucho cuidado con el
lugar en el que adquirimos las gafas, ya que, según el COORM, el 70% de las gafas de sol que se venden en
España no cumplen la normativa sanitaria de seguridad y calidad. Lo más
recomendable es adquirir las gafas en un establecimiento sanitario de óptica,
donde se cuenta con el asesoramiento de un profesional de la salud visual
óptico-optometrista, quien, además de ofrecer una solución personalizada,
garantiza que las gafas cumplen la normativa.
En el caso de que el conductor necesite gafas graduadas, el óptico-optometrista
se ocupará, además, de que la graduación esté actualizada. “Acudir a revisiones visuales al menos una
vez año, en lugar de esperar a la renovación del permiso de conducción,
constituye una medida de prevención de accidentes”, concluye Ana Belén Almaida Planes.