NOTA DE PRENSA
Ópticos-optometristas alertan del riesgo de utilizar gafas premontadas
La presidenta del Colegio de Ópticos-Optometristas de la región de
Murcia, Ana Belén Almaida, recuerda que estas gafas pregraduadas sólo deben
utilizarse como repuesto en caso de emergencia y no son una solución idónea
para la gran mayoría de los usuarios, ya que no están supervisadas por un
profesional de la visión.
Murcia, 28 de enero de 2015. La crisis, el desconocimiento de los usuarios o el hecho de evitarse
una revisión visual son las razones por las que ha aumentado el consumo de
gafas premontadas. El Colegio de Ópticos-Optometristas de la región de Murcia
alerta de que su uso puede acarrear consecuencias graves para la salud visual y
ocular.
Las gafas premontadas, que pueden
adquirirse en diferentes puntos de venta (gasolineras, bazares, etc.) sin
ningún control sanitario, suelen utilizarse erróneamente para corregir la
presbicia o vista cansada. En este sentido, la presidenta del Colegio de
Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia, Ana Belén Almaida, apunta que “estas
gafas están fabricadas de una forma estándar, produciendo un efecto de lupa que
aumenta el tamaño de las imágenes”. Los usuarios deben ser conscientes de que
para corregir su vista cansada, “la opción ideal es confiar en un profesional
de la visión, como es un óptico-optometrista que, en función del problema
visual de cada paciente, aconsejará la mejor solución individual y
personalizada, no siendo nunca una gafa premontada, sino gafas con cristales
monofocales, gafas bifocales, ocupacionales o progresivas, sin olvidar que las
lentes de contacto progresivas también corrigen la presbicia o vista cansada”.
El Colegio de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia recomienda
que los usuarios acudan a su óptico-optometrista y busque la solución
personalizada a su problemática, sobre todo, porque la adaptación
individualizada de una lente es imprescindible para disfrutar de buena calidad
visual y no sufrir molestias.
Presbicia y gafas
premontadas
Las gafas premontadas no son una solución para la presbicia o vista cansada, que comienza a manifestarse a partir de los 40 años
cuando, a consecuencia del envejecimiento, aparecen síntomas como visión
borrosa o incómoda al leer o trabajar en visión próxima. Se trata de un estado
refractivo por el cual, la capacidad de acomodación de los ojos se muestra
insuficiente para ver bien de cerca.
Dado que la presbicia evoluciona con el tiempo, Ana Belén Almaida recuerda que
“debemos realizarnos una revisión visual como máximo cada dos años para
comprobar que la corrección que usamos en nuestras gafas o lentillas es la
adecuada”.
Problemas que
pueden causar las gafas premontadas
·
Estas gafas se fabrican con unas medidas estándares de distancia
interpupilar y graduación que sólo coincide con un 5 por ciento de la población
con presbicia.
·
Las lentes están fabricadas en su gran
mayoría en plástico inyectado y sin
ningún tratamiento de superficies ópticas, por lo que la imagen que
producen tiene una gran cantidad de alteraciones y no cuentan con ningún
control de calidad óptica.
·
Asimismo, el uso continuado de este tipo
de gafas puede originar mareos y dolores
de cabeza, así como dificultad y cansancio en la lectura.
·
Al estar las lentes montadas bajo un
estándar de distancia interpupilar, el centro óptico de las lentes no coincide
con el eje visual de los ojos, por lo que el uso continuado de este producto
induce a diversos efectos prismáticos
y se producen síntomas de incomodidad visual.
El
óptico-optometrista, garantía de calidad
Las gafas premontadas deben cumplir una
serie de requisitos de seguridad, eficacia y calidad.
El Colegio Oficial de
Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia recomienda que a la hora de
adquirir estos productos se compruebe que, en las instrucciones de uso, conste
claramente la graduación. Asimismo, las gafas deben llevar la señal de
conformidad CE en el producto, tanto en el envase como en el prospecto.
Finalmente, a la hora de efectuar la
compra, hay que evitar hacerlo mediante canales de distribución no autorizados
(como Internet, bazares, mercadillos, etc). Lo mejor es optar por un
establecimiento sanitario de óptica, bajo la supervisión de un experto
óptico-optometrista que facilitará y adaptará el producto más adecuado a los
problemas y necesidades de cada paciente con la máxima garantía de calidad.