martes, 31 de marzo de 2015

EL COORM ADVIERTE DEL RIESGO DE ACCIDENTES DEBIDOS A DEFECTOS VISUALES NO CORREGIDOS

·         “El 90% de la información que se percibe al conducir llega a través de la visión”, afirma Ana Belén Almaida Planes, Presidenta del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia. Por eso, las condiciones visuales son determinantes para la conducción y guardan una estrecha relación con los accidentes derivados de fallos humanos y distracciones visuales.

·         Visitar al óptico-optometrista al menos una vez al año garantiza que nuestra visión esté en perfecto estado para conducir. Sin embargo, el 46% de los automovilistas no lo hace.


Murcia, 30 de marzo de 2015- Con la llegada de la semana santa, los días más largos y el comienzo de unos merecidos días de descanso, se multiplican los desplazamientos en coche y, como consecuencia, también se pueden incrementar el número de accidentes, muchos de ellos podrían estar debidos a problemas visuales sin corregir del propio conductor.

Al igual que comprobamos el estado del vehículo antes de viajar, debemos hacer lo mismo con nuestra visión, sobre todo si utilizamos corrección visual y/o superamos los 45 años de edad. Sin embargo, “el 46% de los automovilistas no revisa su visión  anualmente, aumentando, por tanto, el riesgo de sufrir accidentes de tráfico. Acudir a revisiones visuales al menos una vez año, en lugar de esperar a la renovación del permiso de conducción, constituye una medida de prevención de accidentes”, concluye Ana Belén Almaida Planes, Presidenta del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia.
  
Deslumbramiento, el enemigo en la carretera

Además de los factores de riesgo que más influyen en la calidad de visión de los conductores, como la edad, el estado psicofísico, las enfermedades oculares, etc., existen otros factores concurrentes, llamados externos o ambientales, que inciden de forma directa en la visión
del conductor, incrementando el riesgo de accidentes de tráfico. Entre ellos destacan la conducción nocturna, la baja luminosidad por factores atmosféricos y el deslumbramiento. En este último caso, los haces de luz de los otros vehículos y la luz natural o radiación solar constituyen las dos principales fuentes de deslumbramiento al volante.

Ana B. Almaida explica que “una fotoprotección ocular adecuada, mediante gafas de sol, puede atenuar y evitar los efectos de la radiación, que se traducen en una serie de riesgos en carretera. Situaciones como conducir con el sol de frente al anochecer y al atardecer, con los reflejos en el asfalto mojado o con los destellos de la luz del mediodía sobre el capó de otros vehículos provoca, en muchos casos, pérdida temporal de visión, incrementando el riesgo de accidentes de tráfico”. Sin embargo, las estadísticas reflejan que el 12% de los conductores nunca se pone gafas de sol, el 33% reconoce que solo lo hace en algunas ocasiones y únicamente el 55% se protege de manera habitual mientras conduce. Una gafa de sol homologada adquirida en un establecimiento sanitario de óptica bajo el consejo de un óptico-optometrista, incrementará la sensibilidad al contraste, reducirá el tiempo de adaptación a cambios bruscos de luz  y disminuye los deslumbramientos y todo esto redundará en una mayor seguridad durante la conducción. Aparte prevendrá, debido a la protección de las radiaciones ultravioletas dañinas, de patologías derivadas de largas exposiciones a estas radiaciones. Ana Belén Almaida recuerda” En caso de necesitar cristales correctores las gafas de sol también podrán ser graduadas”.
Para la conducción nocturna es aconsejable que los cristales dispongan de un tratamiento antirreflejante de calidad para evitar los deslumbramientos debidos a las luces artificiales.

Hoy en día hay muchos usuarios de lentes de contacto. El COORM aconseja a estos usuarios que cuando vayan a efectuar un viaje largo en el que tengan que conducir muchas horas lleven consigo la gafa graduada actualizada, para en el caso de aparición de molestias como sequedad ocular y fatiga, puedan ponérsela y llevar la visión perfectamente corregida.

martes, 17 de marzo de 2015

El COORM alerta de posibles daños oculares por el próximo eclipse de sol

Murcia, 17 de marzo de 2015. El 20 de marzo llegamos al final del invierno en el Hemisferio Norte y lo hacemos con un fenómeno astronómico: un eclipse de Sol que será visible parcialmente desde España; En particular desde Murcia, comenzará a las 9:03 y el máximo se dará a las 10:07 con un oscurecimiento del 59% de la superficie solar.
Mirar el eclipse directamente sin una protección adecuada puede ocasionar graves daños en los ojos. La radiación UV puede dañar la retina y en un principio no notar molestias, que podrán aparecer después de unas horas. Especialmente hay que tener cuidado con los niños y personas que ya padezcan alguna patología ocular, pues sus ojos son más sensibles. En caso de notar visión borrosa o molestias oculares será conveniente que acudan al servicio de urgencias oftalmológicas.



Lo ideal si quieren observar el eclipse con seguridad es que acudan a un establecimiento sanitario de óptica, donde el óptico-optometrista, como profesional sanitario encargado de la atención primaria  de la salud visual podrá aconsejar sobre la mejor solución para cada usuario.

 La población debe de tener en cuenta los siguientes consejos:

- No observar el sol directamente, ni a simple vista ni con gafas de sol u otros instrumentos o filtros solares o procedimientos caseros, que no estén destinados a este fin.
- Solo podremos mirar el sol directamente con unas gafas denominadas “gafa de eclipse” que deben estar homologadas por la Comunidad Europea para la observación solar, cuyo índice de opacidad debe ser 5 o mayor.

- El Sol también puede ser observado sin peligro viendo su imagen proyectada sobre algún tipo de pantalla situada a la sombra. Por ejemplo, la imagen conseguida sobre una pared o un techo con un espejito plano cubierto enteramente con un papel al que se ha recortado un agujero de menos de 1 cm de diámetro. No hay que observar nunca la imagen del Sol en el espejo, hay que mirar solamente la imagen proyectada.

miércoles, 11 de marzo de 2015

LA PRESIÓN INTRAOCULAR A PRUEBA

Murcia, 10 de marzo de 2015.- El día 12 de Marzo se celebra el Día Mundial del Glaucoma, segunda causa de ceguera irreversible en los países desarrollados, motivo por el que el Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia, en su interés por colaborar en el cuidado de la salud visual de la población, desea informar sobre uno de los factores de riesgo más importantes de esta enfermedad, la presión intraocular alta.
Aunque el glaucoma es una patología que debe ser diagnosticada y tratada por médicos especialistas, la mayoría de los ópticos-optometristas realizan pruebas de tonometría de forma generalizada en sus exámenes visuales rutinarios, puesto que valores elevados de la presión intraocular suponen mayor riesgo, pero no siempre definitivo para su desarrollo.

“Es conveniente aclarar que existen diferentes tipos de glaucoma y que son varios los factores de riesgo de esta enfermedad, por lo que es necesario acudir al médico especialista para descartarla por completo, sobre todo cuando existen antecedentes familiares de glaucoma”, según Dª Ana Belén Almaida Planes, Presidenta del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia.

Se estima que el glaucoma afecta alrededor de 1 millón de personas en España. Aproximadamente la mitad desconoce que pueda estar afectada, esto es porque en la mayoría de ocasiones, el glaucoma no produce síntomas hasta que la patología está muy avanzada y el nervio óptico muy afectado, provocando una pérdida de visión irreparable. De ahí la importancia de la realización de revisiones periódicas que podrán permitir  un diagnóstico precoz y tratamiento en sus estadios iniciales por parte de médicos especialistas, que podría evitar un 95% de los casos de ceguera.


 La edad, factor de riesgo

Aunque el glaucoma puede aparecer a cualquier edad, lo cierto es que el riesgo aumenta a partir de los 60 años con una incidencia del 2,1%, cifra que asciende al 2,3% en personas de 60 a 69 años y, una vez pasados los 70, alcanza el 3,5%.


Pero además, existen otros factores de riesgo que favorecen el desarrollo de la enfermedad en uno o en ambos ojos; como la diabetes, la presión intraocular alta, antecedentes familiares de glaucoma, miopía elevada (mayor de 5 dioptrías), hipertensión arterial o estar medicado con corticoides.