o El
COORM insiste en la importancia de que los niños acudan al óptico-
optometrista, al menos una vez al año, para detectar posibles problemas visuales
que pudieran influir en el rendimiento escolar y que pueden tener una fácil
solución.
o Casi
un 30% del fracaso escolar está relacionado con los problemas visuales del
niño.
Murcia,
8 de septiembre de 2014.
- A las preocupaciones de los padres por tener a tiempo el material escolar, se
suma una recomendación vital para que el rendimiento académico de sus hijos sea
el adecuado: su salud visual. Por ello, el Colegio Oficial de
Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia (COORM) recuerda la importancia de
realizar a los niños revisiones visuales al inicio del curso escolar.
La presidenta del COORM, Ana Belén Almaida, declara que "es
necesaria, al menos, una revisión anual de la visión, ya que uno de cada cuatro
niños en edad escolar, es decir, un 25% del total, sufre algún problema visual
que no ha sido detectado y que afecta a
su rendimiento escolar".
Los niños pocas veces se quejan de un problema visual, por
lo que, a veces, es complicado detectarlos. Existen una serie de síntomas y
signos identificativos, ante los cuales, tanto padres como educadores deben
estar muy atentos:
-
Enrojecimiento de los ojos.
- Parpadeo excesivo.
- Picor, escozor o lagrimeo
- Malas posturas del cuerpo o la cabeza cuando mira de frente.
- Dolores de cabeza, durante o después de realizar actividades en distancias cercanas.
- Fruncir el ceño o taparse un ojo cuando lee o escribe.
- Excesiva sensibilidad a la luz o fotofobia.
- Lecto-escritura del niño (sigue la lectura con el dedo).
- Inversión de palabras, saltos de renglón.
- Mejor memoria auditiva que visual.
- Falta de concentración.
- Errores de copias, pobres caligrafías, etc.
- Parpadeo excesivo.
- Picor, escozor o lagrimeo
- Malas posturas del cuerpo o la cabeza cuando mira de frente.
- Dolores de cabeza, durante o después de realizar actividades en distancias cercanas.
- Fruncir el ceño o taparse un ojo cuando lee o escribe.
- Excesiva sensibilidad a la luz o fotofobia.
- Lecto-escritura del niño (sigue la lectura con el dedo).
- Inversión de palabras, saltos de renglón.
- Mejor memoria auditiva que visual.
- Falta de concentración.
- Errores de copias, pobres caligrafías, etc.
Si se observa en el niño alguno de estos síntomas es
necesario que se realice una visita inmediata al óptico-optometrista, ya que el
mejor pronóstico es la detección y corrección temprana. Si no hay ningún
defecto visual, basta con una visita anual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario